Asunción de nuestra señora.
Sin lugar a dudas, esta historia cabría catalogarla como evidentemente mitológica, de no ser porque se trata, ni más ni menos, de un dogma de fe de Mi religión, la única verdadera, tras ser así decidido en 1950 por Pío XII, con la infalible ayuda del Espíritu Santo.
Quiero aprovechar este sagrado blog para aclarar que el hecho de que se veneren dos tumbas distintas de alguien como Vuestra Señora que se supone que nunca murió, en Getsemaní y en Éfeso, es parte de las continuas contradicciones en las que incurre la fe. Por suerte eso no supone en ningún caso un problema dado que ésta siempre debe anteponerse a la razón ante Absurdos tan flagrantes como el tratado. La Virgen fue abducida y punto, hijos Míos, eso es dogma de fe y verdad absoluta, aunque esté muy bien que la feligresía se deje su dinero en visitar las tumbas.
Con la infinita humildad de quien se autoproclama Dios os quiero dar algunas sugerencias para vivir esta fiesta, que son las que da también Mi Iglesia:
- Tener una imagen de la Virgen María en el momento de la Asunción y poner junto de ésta un florero para repartir una flor con un letrero de una virtud propia de la Virgen para que cada uno medite en esta virtud y deposite la flor. Yo os propongo esta imagen, queridos fieles devotos, como la más adecuada y ajustada a los hechos.
- Coronar a la virgen María poniéndole una corona y explicando al mismo tiempo por que llegó al Cielo en cuerpo y alma. Es muy importante que nadie se ría en exceso durante tan disparatada narración.
- Llevar y ofrecer flores a la Virgen. Valdría cualquiera de los miles de vírgenes existentes.
- Rezar el Rosario en familia con mucha devoción. También sería válida la ciberadoración de éste blog.
- Cantar una canción a la Virgen María sin desafinar excesivamente. Eso siempre es muy agradecido por las deidades de Mi religión.